martes, 21 de mayo de 2013

Que hacer? Acuerdo de Garantías Nacionales y Republicanas



Acuerdo de Garantías Nacionales y Republicanas
Los resultados electorales desde 1983 a la fecha han marcado que, con diferentes porcentuales[1], el partido gobernante siempre ha tenido en frente, sin compartir su oferta electoral, una porción importante, cuando no mayoritaria, de la población.
Si bien ello no implica necesariamente una tajante división en dos bandos de la masa electoral, un análisis de los candidatos desde 1983 a la fecha, permite reagruparlos, con sus respectivas particularidades, en no más de cuatro núcleos con raíces comunes.
La UCR, de cuyo tronco se han desprendido el PI y el MID;  el PJ; la centro derecha, (UCeDe) y la centro izquierda, (PDCristiano, los socialistas en sus distintas vertientes). En las sucesivas elecciones presidenciales (y sin considerar las elecciones legislativas) a lo largo de estos casi treinta años, han surgido nuevas ofertas electorales que de una u otra manera son desprendimientos de este cuarteto o reagrupamiento de parcialidades de ellos en alguno de estos cuatro.
A ello se ha sumado una característica de relevancia, los partidos políticos, como estructuras de participación electoral, han dejado de ser entes colectivos de participación, para transformarse en apéndices de figuras relevantes, fenómeno que dio comienzo con Raúl Alfonsín y ha alcanzado su punto culminante, (al menos por ahora) en la actualidad.
Que se quiere significar con esto? Que hasta 1983 inclusive, las candidaturas surgían de “abajo hacia arriba” y de “adentro hacia afuera” de los partidos políticos, hasta poder brindarse, merced a laborioso desarrollo político como oferta electoral: Raúl Alfonsín, Víctor Martínez, Ítalo Luder, Deolindo Felipe Bittel, Oscar Alende, Lisandro Viale, Rogelio Frigerio, Antonio Salonia, Rafael Martínez Raymonda, René Balestra, Francisco Cerro, Arturo Ponsatti, Álvaro Alsogaray, Jorge Oría, Guillermo Estévez Boero y Edgardo Rossi, todos en mayor o menor medida habían tenido una trayectoria interna dentro de sus respectivas estructuras partidarias y en algunos casos cargos de representación popular.
A partir de esa fecha comienzan a emerger “figuras” políticas que, por determinadas cuestiones temporales emigran de sus partidos de origen y gracias a sus características personales aglutinan adeptos que van a conformar nuevos partidos con diversa suerte: José Octavio Bordon, Carlos Chacho Alvarez, Elisa Carrio, López Murphy, entre otros son ejemplo de ello. Otras, surgen de ámbitos ajenos al quehacer político: Lidia Satragno, Daniel Scioli, Miguel del Sel, Palito Ortega, Aldo Rico, y encolumnan su prestigio tras una personalidad política ya desplegada o bien intentan abrirse camino por sus propios medios. Y finalmente se incorporan personalidades políticas provinciales o locales que, emulando la trayectoria de Carlos Menem se catapultan al escenario nacional: los Rodríguez Saa, Néstor Kirchner, Jorge Omar Sobisch, Juan Carlos Romero.
Estas entradas de nuevas figuras modifican de alguna manera los partidos tradicionales y, los de la última categoría sobre todo, sientan la premisa de que se “hace” política con “fama” o con “plata”, desnaturalizando las internas partidarias y suplantándolas por auto designaciones a candidaturas, razón esta por la que las negociaciones entre lo que antes eran organizaciones políticas, ahora se tornan personales.
De esta manera se produce un “achicamiento” de la política y se propicia la “no participación”, arrogándose los interlocutores el papel de “interpretes” de la opinión pública y de sus manifestaciones.
Obviamente las consecuencias de estas actitudes son de cortísimo alcance, a lo sumo el lapso que va de un proceso pre-electoral al resultado del mismo y carecen de la menor proyección política en el seno del electorado, pese a ello, al siguiente proceso el experimento infaliblemente se repite.
Como resultado natural de esto, el oficialismo (que participa de los defectos arriba señalados, pero no de lo reseñado en el último párrafo) con su férrea voluntad de unicato, la estructura del poder a su disposición, la aquiescencia de legisladores, gobernadores e intendentes necesitados de sus dádivas, se ve ampliamente favorecido por estos devaneos de los opositores.
Así las cosas el discurso “progresista” que publicita el modelo solo tiene como adversario a la realidad, pero esta no tiene quien la interprete.

QUE HACER?


Dicho esto, si el objetivo político estratégico se encuentra a la distancia de octubre/13, resulta más que evidente que las ventajas electorales solo están de parte del oficialismo, pese a todos los traspiés que últimamente viene padeciendo, si bien es cierto que las denominadas “elecciones intermedias” por lo general no suelen ser favorables a los gobiernos (menos aún en segundos períodos y en las actuales condiciones socio-económicas), aun en el caso de no lograr el oficialismo una contundente victoria en ambas cámaras, no se debe dejar de tener en cuenta la amplitud de recursos que ha mostrado el cristinismo (heredados del kirchnerismo) para “borocotizar” resultados y obtener que voluntades opositoras repentinamente se tornen ultra oficialistas.
Sobradas pruebas existen de la voluntad de ir siempre por más en el oficialismo, aunque para ello deban apelar a recursos innovadores de dudosa moralidad política, contra los que, poco o nada ha podido hacer la oposición.
Si octubre/13 es un objetivo táctico en vista de alcanzar el estratégico en octubre/15, la situación igualmente en poco se modifica. Una contundente victoria electoral de la oposición que le permitiera obtener una modificación en las cámaras, difícilmente haría perder la mayoría en el Senado, aunque ello si podría ocurrir en Diputados.
En estas condiciones, la situación del oficialismo sería menos cómoda, pero igualmente tendría sobrada capacidad política (DNU mediante) para arribar al 2015 con la posibilidad de postular la continuidad del modelo ya sea vía re re-elección plebiscito mediante o a través de un candidato “leal”, y no sería de extrañar si su apellido también comience con K.
Aunque aún falta sobrado tiempo para el 2015 y el humor del electorado argentino puede modificarse en función de cuestiones exógenas y endógenas, podemos sostener sin temor a incurrir en error, que en esa fecha las alternativas que se planteen serán las mismas que hoy: “modelo cristinista” vs. “otra alternativa”
Y en esta disyuntiva es donde está la cuestión de fondo y la respuesta a la pregunta QUE HACER?
Lo que denominamos “otra alternativa” hasta ahora ha venido desarrollando una estrategia que va desde la oposición lisa y llana pero fragmentada, (la UCR con Sanz, Alfonsin, Macri con el PRO, De la Sota con un pejotismo que fluctúa entre propio y el PF, Binner, Solanas, De Narvaez,  etc.) hasta el llamado de resistencia a la “tiranía” efectuado por Carrió.
Los une el común denominador de enfrentar al FPV y nada más, lo cual, hoy por hoy resulta más que escaso para poder vencer a un adversario que ha sabido hacer de las derrotas un triunfo y del triunfo una formidable herramienta de construcción política y de poder.
Acusada de no poder mostrar “unidad” y un “líder” que la conduzca, la oposición se encuentra a merced de la agenda del oficialismo y de continuar por dicho camino a lo más que puede aspirar es a lograr un gobierno condicionado en el 2015, donde la fuerza del poder político seguirá estando en manos del cristinismo, o resignarse a que este continúe su dominio hasta el 2019.
Frente a este contexto, una alternativa posible y viable surge, no desde la política, sino desde un escritor como Galeano La utopía está en el horizonte" y es allí donde creemos se debe colocar la utopía de un nuevo prototipo político, en el horizonte del futuro nacional para comenzar a caminar en pos de ella, no limitándose a derrotar a tal o cual adversario político sino a construir un nuevo paradigma en el que se inserte nuestro país.
En la fortaleza del cristinismo esta su debilidad.
En que es fuerte el cristinismo? En el “unicato” de su mando y en la “inmediatez” de su accionar, en su descarnado pragmatismo y en la discrecionalidad del manejo de los fondos públicos.
El cristinismo no genera “adhesiones”, sino “sumisiones”, no “adoctrina”, manda, y ello es posible en tanto y en cuanto su “relato” no se confronta con una alternativa superadora.
La única manera de generar esta alternativa es postergando los egos y estableciendo un ACUERDO de GARANTIAS NACIONALES y REPUBLICANAS, que contemple la satisfacción de las necesidades fundamentales a escala humana, les de contenido político institucional y establezca un plazo determinado para su realización.
Desde el punto de vista político se debe garantizar: Subsistencia, Protección, Participación, Identidad y Libertad a la totalidad de los habitantes, para que, satisfechas estas necesidades se pueda dar paso al Afecto, el Entendimiento, el Ocio, y la Creación.
La subsistencia tiene que ver con la necesidad de erradicar las causas que conducen a la marginalidad, la miseria y el hambre.
La protección con la seguridad, la salud, la educación y la plena ocupación laboral.
La participación con el fortalecimiento de mecanismos democráticos que vayan más allá de las votaciones bianuales y con organismos de cooperación y colaboración del conjunto social en el manejo de la cosa pública.
La identidad con la proyección de un estándar sustentable y creíble de nación dentro del conjunto internacional y regional, insertándonos y colaborando con el mismo pero con características que nos son propias.
Y la libertad, resulta fundamental como cimiento del crecimiento y del mutuo respeto, una libertad con compromiso y responsabilidad social que nos permita avanzar como comunidad a todo el conjunto social, respetando las diferencias e idiosincrasias de cada uno.
En la satisfacción de estas necesidades necesariamente no se deben establecer prioridades, puesto que todas ellas deben ser satisfechas en un entramado que les permita a cada una progresivos niveles de complacencia.
Aun con la más amplia libertad para que cada uno pueda sostener los principios en los que cree y sustenta su modo de vida, debemos y podemos encontrar mínimos puntos de ACUERDO sobre los que trabajar en conjunto, auto controlando su realización y adecuando su cumplimiento a las cambiantes realidades, pero sin perder de vista el objetivo principal: su realización.
Estos puntos mínimos, cuya realización no esté sujeta a tal o cual personalidad o a tal o cual grupo, partido o facción política o sectorial, nos permitirán lograr una identidad de conjunto que naturalmente tenderá a incrementar la participación que de manera individual y colectiva nos corresponde.
El incremento de la participación ciudadana en las cuestiones de estado y en las cuestiones sociales aumentará los niveles de protección de todo el conjunto, tendiendo a erradicar aquellas cuestiones que hacen a mejorar los niveles de subsistencia.
Corresponde que cada voluntad que se sume al ACUERDO formule su apreciación de cuales, como y cuando deben ser los medios conducentes a fin de satisfacer estas necesidades.
Realidades como: hambre, pobreza, desocupación, desnutrición, no deben estar ausentes de las propuestas que las combatan, y ellas se encuentran concatenadas con la batalla contra la corrupción (pública y privada), la inseguridad, el narcotráfico y la trata de personas, con una Justicia más independiente, efectiva, eficaz y participativa que dé cumplimiento a los mandatos constitucionales de “afianzar la justicia” implementando el juicio por jurados en materia penal, penal económica y tributaria.
Tales enemigos a vencer requieren del compromiso del conjunto social, compromiso que no debe ser meramente discursivo sino ampliamente participativo, en el que, el conjunto social tenga el control final de lo que acontece, para ello resulta imprescindible la modificación del sistema electoral nacional, eliminando las “listas sábanas”, permitiendo que las candidaturas surjan del conjunto social al cual deben pertenecer y no de acuerdos de cúpulas o de la voluntad omnímoda de una sola persona, que a su vez dichos mandatos impliquen un “contrato” entre el postulante y sus votantes y que en caso de incumplimiento el mismo pueda ser revocado respetando la voluntad de los electores. La participación no puede quedar relegada únicamente al voto bianual o a las “audiencias públicas”, la posibilidad de control ciudadano debe ser real y efectiva en todas y cada una de las políticas de estado y en los actos de gobierno.
Solo en el marco de una “libertad con responsabilidad social” puede el ser humano desarrollar plenamente su “capacidad creativa” poniéndola al servicio de sus semejantes en el “entendimiento” que la mejora en la calidad de vida de este, posibilita su propio crecimiento sostenible y el mejoramiento de su calidad de vida, y ello solo se puede hacer desplegando nuestro “afecto” hacia nuestros iguales.
En palabras de Francisco, “todos somos pecadores pero no podemos ser corruptos ni corrompidos”, y la primera descomposición de lo social comienza cuando no vemos en “el otro” nuestra propia imagen.
 Si como conjunto político social podemos comprometernos verdaderamente a ser laboriosos y constantes en alcanzar una serie mínima de puntos en los que mayoritariamente estemos de acuerdo y nos fijamos un plazo razonable para su realización, reconociendo con sinceridad y humildad cual ha de ser el lugar desde donde mejor aportemos a su concreción, ya no ha de ser determinante ser “primera figura”, “candidato estelar”, sino que lo definitivo va a ser estar “realmente comprometidos y consustanciados” con el ACUERDO arribado, prestando todo nuestro esfuerzo desde el lugar que el destino nos asigne, con la clara consigna de que no es importante quien llegue primero sino que debemos resguardar a quien está por arribar último.


[1] 1983: Raúl Alfonsín-Víctor Martínez, Unión Cívica Radical, 51.75%, Ítalo Luder-Deolindo Felipe Bittel, Partido Justicialista, 40.16%, Oscar Alende-Lisandro Viale, Partido Intransigente       , 2.33%, Rogelio Frigerio-Antonio Salonia, Movimiento de Integración y Desarrollo, 1.19    2, Rafael Martínez Raymonda-René Balestra, Alianza Demócrata Socialista, PDP-PSD, 0.32%, Francisco Cerro- Arturo Ponsatti,          Partido Demócrata Cristiano, 0.31%, Álvaro Alsogaray-Jorge Oría, Unión del Centro Democrático, 0.17%, Guillermo Estévez Boero-Edgardo Rossi,            Partido Socialista Popular 0.14%, Otros, 3.63%; 1989: Menem-Duhalde, del Frente Justicialista Popular,  47,5%, Angeloz-Casella, de la Unión Cívica Radical, 32,5%, Alianza de Centro Alvaro Alsogaray-Alberto Natale, 6,87%, Confederacion Fed. Indep. Eduardo Angeloz-Guzman 4,59% y A. Izquierda Unida Néstor Vicente-Luis Zamora 2,45%.; 1995: Carlos Saul Menem-Carlos Ruckauf 49,97%, FREPASO Jose Octavio Bordón-Carlos Alvarez 28,37%, la UCR - Alianza Civico y Social Horacio Massaccesi-A. Hernandez 16,75%, el MODIN Aldo Rico-J. Fernandez Pezzano 2,62% y el Partido Obrero J. Altamira-N. Molle 1,81%;  1999: Fernando de la Rúa-Carlos Álvarez, Alianza por el Trabajo, la Justicia y la Educación- UCR-FREPASO, 48.37%, Eduardo Duhalde-Palito Ortega, Concertación Justicialista para el Cambio -PJ-UCeDé 38.27%, Domingo Cavallo-Armando-Caro Figueroa, Acción por la República 10.22%, Patricia Walsh-Rogelio De Leonardi,  Alianza Izquierda Unida-PCA-MST, 0.80%, Lía Méndez-Jorge Pompei, Partido Humanista 0.70%. Jorge Altamira Pablo Rieznik Partido Obrero, 0.60%, Jorge Reyna-Gabriel Moccia, Alianza Frente de la Resistencia, 0.30%, Juan Ricardo Mussa- Fernanda Herrera, Alianza Social Cristiana, 0.28%, José Montes-Oscar Hernández Partido de Trabajadores por el Socialismo, 0.23%, Domingo Quarracino-Amelia Rearte, Partido Socialista Auténtico 0.23%;  2003: Alianza Frente por la Lealtad1 – UceDé, Carlos Menem-Juan Carlos Romero, 24.45%, Alianza Frente para la Victoria,  Néstor Kirchner-Daniel Scioli, 22.24%, Alianza Movimiento Federal para Recrear el Crecimiento, Ricardo López Murphy-Gómez Diez, 16.37%,Frente Movimiento Popular Unión y Libertad, Adolfo Rodríguez Saá-Melchor Posse, 14.11%, Afirmación para una República Igualitaria, Elisa Carrió-Gutiérrez, 14.05%, Unión Cívica Radical, Leopoldo Moreau-Mario Losada, 2.34%, Alianza Izquierda Unida, Patricia Walsh- Parrilli, 1.72%, Partido Socialista,  Alfredo Bravo-Giustiniani, 1.12%, Partido Obrero, Jorge Altamira-Salas, 0.72%, Confederación para que se Vayan Todos, Enrique Venturino-Pinto Kramer, 0.67%, Partido Humanista, Guillermo Sullings-Ambrosio, 0.55%, Tiempo de Cambios-Unión Popular, José Carlos Arcagni-Zenof, 0.33%, Partido Socialista Auténtico, Mario Mazziteli-Camps, 0.26%, Movimiento de Integración y Desarrollo, Carlos Zaffore-Perie, 0.25%, Partido Demócrata Cristiano,  Manuel Herrera-Cúneo, 0.25%, Partido Popular de la Reconstrucción, Gustavo Breide Obeid-Vasena, 0.22%, Unidos o Dominados, Juan Mussa- Suárez, 0.20%, Movimiento por la Dignidad y la Independencia, Ricardo Terán-Bonacci,, 0.16%; 2007:  Cristina Fernández-Julio César Cobos, Frente para la Victoria, 45,29%, Elisa Carrió-Rubén Héctor Giustiniani, Alianza Confederación Coalición Cívica, 23,04%, Roberto Lavagna-Gerardo Rubén Morales, Alianza Concertación Una Nación Avanzada (UNA), 16,91%, Alberto Rodríguez Saá-Héctor María Maya, Alianza Frente Justicia, Unión y Libertad (FREJULI),        7,64%, Fernando Solanas-Angel Francisco Cadelli, Partido Socialista Auténtico, 1,58%, Ricardo López Murphy-Esteban Bullrich, Recrear, 1,43%, Jorge Omar Sobisch-Jorge Asís, Movimiento por las Provincias Unidas, 0,80%, , Vilma Ripoll-Héctor Bidonde, Movimiento Socialista de los Trabajadores, 0,75%, Néstor Pitrola-Gabriela Adriana Arroyo, Partido Obrero, 0,61% , José Alberto Montes- Héctor Antonio Heberling, Partido de Trabajadores por el Socialismo (PTS) 0,44%,  Luis Alberto Ammann-Rogelio Deleonardi, Frente Amplio hacia la Unidad Latinoamericana (PC-PH) 0,37%, Unión Popular, 0,36%, Movimiento Vecinos en Acción, 0,19%,  Movimiento por la Dignidad y la Independencia, 0,05%; Raúl Castells- Nina Pelozo, Movimiento Independiente de Jubilados y Desocupados,0,26%, Gustavo Luis Breide Obeid-Héctor Raúl Vergara, Partido Popular para la Reconstrucción, 0,24%, Juan Ricardo Mussa-Bernardo Nespral, Confederación Lealtad Popular, 0,06%  2011: Cristina Fernández-Amado Boudou, Frente para la Victoria(FpV),  54,11%, Hermes Binner-Norma Morandini, Frente Amplio Progresista(FAP), 16,81%, Ricardo Alfonsín-Javier González Fraga, Unión para el Desarrollo Social(UDESO), 11,14%, Alberto Rodríguez Saá-José María Vernet, Compromiso Federal (CF), 7,96%,  Eduardo Duhalde-Mario Das Neves, Unión Popular (FP), 5,86%, Jorge Altamira-Christian Castillo, Frente de Izquierda y de los Trabajadores (FIT), 2,30%, Elisa Carrió-Adrián Pérez, Coalición Cívica ARI (CC-ARI) 1,82%.
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Las elecciones 2013


LAS ELECCIONES 2013
.LOS SENADORES
Hoy en el Senado el oficialismo cuenta con 32 senadores propios más aliados permanentes u ocasionales, y la primera oposición 14 senadores, así  el FV-PJ juega una importante cantidad de bancas (38% de su propio bloque y 54% del total de lo que se renueva), mientras que el radicalismo solo expone un 25% de su bancada, los aliados no peronistas del oficialismo, que representan el 10% de la Cámara: el 86% finaliza su mandato en 2013. Sumados, el FPV y sus aliados no peronistas renuevan el 79% de las bancas en juego en 2013.
Se renuevan tres senadores en CABA, Chaco, Entre Ríos, Neuquén, Río Negro, Salta, Santiago del Estero, Tierra del Fuego, correspondiendo a las siguientes fuerzas electorales Frente para la Victoria      13, Aliados FV: Renovador de Salta (1), Nuevo Encuentro Fueguino (2), Mov. Pop. Neuquino (1), Bs As Federal (Cabanchik), FCyS Santiago, (1), UCR (4), Coalición Cívica CABA, (1).
En CABA, si se toma en cuenta la masiva protesta del 8 de noviembre y el malestar que existe en la clase media con las políticas del Poder Ejecutivo, el kirchnerismo difícilmente podrá retener ambas bancas, (Filmus y Cabanchik) y hasta corre riesgo de perder el escaño por la minoría. Así, la Capital Federal se convertiría en el talón de Aquiles de la estrategia re-reeleccionista.
Río Negro es otro distrito complicado para mantener las dos bancas que el oficialismo pone en juego (Pichetto y Bongiorno) dado el gobernador Weretilneck mantiene hoy un distanciamiento con Miguel Pichetto, uno de los líderes del PJ local y jefe de la bancada oficialista en el Senado, para lo cual se ha recostado en La Cámpora, por lo que seguramente será la presidente quien decida lo que hoy es una incógnita. Dada esto y dependiendo de la oferta opositora, igualmente el FPV podría retener al menos una banca.
En Santiago del Estero tanto las oficialistas (Iturre de Cappellini, Corradi de Beltran) como el radical Emilio Rached, pondrán en juego sus bancas. La provincia se presenta como un feudo inexpugnable del gobernador k Gerardo Zamora, que domina por completo la escena política provincial; mientras asoma como segunda fuerza la alianza pro-kirchnerista sellada entre el intendente peronista de La Banda, Héctor "Chabay" Ruiz, y el radical José Zavalía, por lo que existen probabilidades que el FPV pueda quedarse con las tres bancas.
Salta se presenta en principio favorable al oficialismo, los peronistas disidentes Romero y Escudero tendrán la difícil misión de renovar la banca sin el apoyo del gobernador pro FPV Juan Manuel Urtubey, aunque sus  aspiraciones presidenciales podrían abrir un interrogante sobre el eventual apoyo de sus senadores a una re-reelección de Cristina Kirchner. En principio el FPV podría obtener dos bancas de las tres en juego.
En Tierra del Fuego y Neuquén el oficialismo también podría retener los tres escaños que hoy detenta, a través de propios y de partidos aliados, como el Movimiento Popular Neuquino y el Movimiento Popular Fueguino.
Chaco y Entre Ríos impondrían el statu quo y el kirchnerismo ganaría las dos bancas de mayoría, quedando la de minoría para la UCR.
De darse estos resultados no habría modificaciones sustanciales en la composición del Senado.
LOS DIPUTADOS
En el año 2013 el Frente para la Victoria – PJ es el bloque que menos bancas juega: solo renueva 1/3 de su bancada actual. Algo similar sucede con los diputados del FAP, que en su mayoría ingresaron en las elecciones de 2011. En cambio, los bloques de la UCR y el Frente Peronista renuevan 2/3  de sus bancadas actuales, con lo que inexorablemente sufrirán pérdidas en la elección de 2013. El PRO, la CC y Proyecto Sur ponen en juego su representación, pero en condiciones bastante favorables dado el clima político de la metrópoli.
CABA 13 diputados nacionales (10 del Pro y de la oposición, 1 por PF, 1 por el FAP y 1 aliado al oficialismo), Buenos Aires 35 diputados nacionales (17 de FPV y sus aliados, 4 UCR, 6 PF, 3 FAP, 3 PRO y otros 2 opositores), Catamarca tres diputados nacionales (1 FPV, 2 opositores), Córdoba nueve diputados nacionales (1 FPV más 2 aliados, 2 UCR y 3 FAP),  Corrientes tres diputados nacionales (1 FPV, 3 UCR), Chaco cuatro diputados nacionales (2 FPV, 1 UVR y 1 opositor), Chubut dos diputados nacionales (2 FPV), Entre Ríos cinco diputados nacionales (1 FPV, 2 UCR, 1 PF, 1 opositor), Formosa dos diputados nacionales (1 FPC, 1 UCR), Jujuy tres diputados nacionales (2 FPV, 1 UCR),  La Pampa tres diputados nacionales (2 aliados al FPV, 1 UCR), La Rioja dos diputados nacionales (1 FPV, 1 UCR), Mendoza cinco diputados nacionales (1 FPV, 2 UCR, 1 PF y 1 opositor), Misiones tres diputados nacionales (2 FPV, 1 PF), Neuquén tres diputados nacionales (2 aliados FPV, 1 UCR), Río Negro dos diputados nacionales (1 FPV, 1 UCR), Salta tres diputados nacionales (1 PV, 1 aliado, 1 opositor), San Juan tres diputados nacionales (2 FPV, 1 opositor), San Luis tres diputados nacionales (3 PF), Santa Cruz tres diputados nacionales (1 FPV, 2 UCR), Santa Fe nueve Diputados nacionales (2 FPV, 1 aliado,1 UCR, 2 PF, 1 FAP, 2 opositores), Santiago del Estero tres diputados nacionales (3 aliados al FPV), Tierra del Fuego dos diputados Nacionales (1 FPV 1 opositor), Tucumán cuatro diputados nacionales (3 FPV, 1 UCR).
Por fuerza política renuevan diputados: FPV mas aliados 55, UCR 25, PF 14, FAP 8, PRO 8, otros opositores 17.
Obviamente Buenos Aires, CABA, Córdoba y Santa Fe son los distritos que van a definir la nueva composición de la Cámara baja con los 66 diputados que han de elegir sobre los 116 que se renuevan. En las tres últimas la situación del FPV no resulta muy favorable, con gobiernos provinciales opositores y sin referentes de fuste en ninguna de ellas, su suerte va a estar en manos de los candidatos que presenten y del apoyo que reciban de la presidente.
En la provincia de Buenos Aires, la situación resulta más aleatoria, toda vez que depende de la persistencia del malestar generado por las inundaciones, el rol que desempeñe el Gobernador Scioli, los candidatos (testimoniales o no) que se presenten y los candidatos que encabecen las listas opositoras. Para la oposición mantener igual cantidad de diputados que los que renuevan no sería un mal resultado.
En el resto de las provincias los resultados pueden ser casi cantados, en algunas la preponderancia del FPV y sus aliados resulta innegable (Chaco, Chubut, Formosa, Jujuy, La Rioja, Misiones, Neuquén, San Juan, Santiago del Estero, Tierra del Fuego, Tucumán) aportando seguramente la mayoría, con lo cual el oficialismo podría sumar entre 18 y 20 diputados provenientes de las mismas.
En otras provincias puede haber mayor paridad (Catamarca, Corrientes,  Entre Ríos, La Pampa, Río Negro, Salta) con altas probabilidades de que también el oficialismo coseche la mayoría colectando entre 10 y 12 diputados más.
En San Luis, de neto corte opositor, el FPV podría quedarse sin diputados, en Santa Cruz la situación está muy convulsionada, si bien es cierto que el peso político del FPV, es grande las denuncias de corrupción y las divisiones entre el Gobernador Peralta y la Kampora puede incidir para que la UCR obtenga  la mayoría de los diputados elegibles no descartándose que se quede con los tres.
Mendoza puede resultar una incógnita con su gobierno provincial aliado al FPV y la figura de Julio Cobos que puede nuclear a la UCR tras su candidatura u otra que cuente con su padrinazgo. Quedándose con dos diputados el oficialismo salva los papeles.
De aproximarse a la realidad esta especulación el FPV y sus aliados rescatarían entre 40 y 60 diputados de los 116 en juego, con ello la realidad de la Cámara baja no sufriría modificaciones sustanciales, brindándole al Gobierno Nacional el oxígeno suficiente para llegar con comodidad al 2015, pero no para intentar una reforma constitucional que permita la re re-elección, salvo que se intente un camino alternativo (un plebiscito sería lo que más se aproxime a la legalidad)

1983-2013 - Los Presidentes: Análisis

ANALISIS
La actividad presidencial no es la misma desde la muerte del ex presidente, más allá de lo afectivo, se ha ido revisando el modus operandis de la  lógica de enfocar ciertas decisiones, aunque no se haya modificado el método con que las ha tomado. Sigue siendo radial y absolutamente concentrado en una sola persona. Esto hace que se corran más riesgos, porque no puede compartir los costos, pero si las decisiones políticas que resultan acertadas, la eventual incidencia negativa del método queda un tanto relativizada.
La opinión publica urbana está modificando el grado de receptividad de la actividad presidencial, las sucesivas marchas muestran un aumento de participación ciudadana y una aceptación en las mismas de políticos opositores, cosa que no ocurría en las primeras.
El modelo, para subsistir necesita de urgentes modificaciones sobre todo debido al cambio negativo en las condiciones de la economía mundial y la dispar realidad que se da con el nivel alcanzado por países vecinos. Esto traerá perdedores y ganadores. Como en todo ajuste, la relación con el sindicalismo (y no solo con el sector Moyanista) se volverá mucho más tensa de no encontrarse alternativas paliativas al proceso inflacionario.
Se vislumbra una nueva “madre de todas las batallas”, esta vez con el Poder Judicial, y si bien en el aspecto legislativo todo parece favorecer a la Presidente, no ocurre lo mismo en los medios ni en la opinión pública, siendo altamente probable que sectores judiciales resistan, amparos mediante, el proceso, lo que implicaría un retroceso en la agenda presidencial semejante al ocurrido con el campo.
Nada parece indicar que política de desacralización de “vacas sagradas” fuera a detenerse, siendo este un signo distintivo del kirchnerismo que se ha potencializado con el cristinismo. Si los “triunfos” obtenidos en base a las empresas  privatizadas, las AFJP, el FMI, los fondos buitres, los militares, la Iglesia, el duhaldismo, algunos empresarios y los medios (este a medio camino) fue un gran rédito político para el Gobierno y seguramente lo continuará intentando.
En el plano político electoral aumentará la tensión con el “peronismo opositor” y el sindicalismo politizado. Moyano plantó bandera opositora dentro de las huestes  del PJ- no cristinista, con lo que se demuestra que los puntos de conflicto con el  Gobierno Nacional no sólo estarán anclados en demandas de la CGT o en el uso del derecho de huelga. La conflictividad será estructural, en la medida en que la Presidente tiene en mente reducir el poder de veto y presión de las estructuras sindicales (y territoriales) dentro del esquema de coalición política que imagina: un esquema de centroizquierda en el cual el cristinismo sea el actor principal, relegando al  peronismo pegotista a una incidencia diluida.
Esto se verifica con la incidencia de un proceso de renovación dirigencial. La incidencia de Unidos y Organizados, (con un papel preponderante de La Cámpora por sobre los otros grupos Kolina, Movimiento Evita, MILES, etc.) y de jóvenes, sumado a la entronización de Amado Boudou y Juan Manuel Abal Medina, Kiccilof, Larroque, etc. entra dentro de un mismo anhelo de proyectar figuras nuevas que no provengan de las lógicas tradicionales del peronismo, y que se hayan incubado dentro del propio kirchnerismo cristinizado.
Ese aspecto de su proyecto implica cambiar los actores para trazar nuevas coordenadas de alineamiento ideológico.
Empero, ello se encuentra condicionado por la “inserción asalariada” que estos sectores así como distintos referentes e intendentes (dependientes de fondos nacionales) tienen en el territorio, sobre todo el bonaerense. La capacidad movilizadora del cristinismo, sospechada de rentada, tiende a verse confrontada con las movilizaciones espontaneas realizadas en los principales centros urbanos.
Por otro lado, y como nuevo factor a tener en cuenta está el hecho de las denuncia por corrupción que han asomado en los últimos tiempos y que afectan la imagen del ex presidente, de empresarios amigos del gobierno y de funcionarios de distinto rango, llegando a la figura presidencial.
Estas “debilidades” del oficialismo, encuentran su contrapartida en la principal “fortaleza” que lo sostiene y le permite aun continuar “marcando agenda”: la dispersión de la oposición, que desde los catastróficos resultados del 2011, no atina a encontrar un elemento aglutinador permanente, para desde allí ofrecerse como una alternativa válida y creíble.
Afectados no solo por el efecto “54%”, los opositores pagan precio alto por diversas cuestiones, muchos de ellos por su inmediato pasado ya sea como funcionarios o como “sostén” del modelo kirchnerista-cristinista, otros por sus escasas inserciones territoriales y la falta de expansión a nivel nacional, algunos por su excesiva identificación pública con determinadas orientaciones políticas que les impide tener una flexible adaptación a nuevas expectativas, y en general la gran mayoría de ellos por un excesivo protagonismo personal que, las más de las veces les ha hecho dilapidar las ocasionales oportunidades en que han sabido poner, aunque volátiles, límites al oficialismo.
A todo ello se debe sumar la irrupción de una figura totalmente ajena al mundo político y que no ha tenido, ni se espera que tenga, intervención directa en él, pero que con sus actitudes, sus actividades y su ascendencia trascendental, puede alterar por acción u omisión (y no necesariamente política) el tablero de expectativas inmediatas.
Esta figura, la del Papa Francisco, puede actuar por elevación y por contraposición en la opinión pública general, sirviendo como un marco referencial en el que contrarrestar la imagen del oficialismo. La actitud  ambivalente del Gobierno nacional ante su designación (precedida por su relación cuando se encontraba frente a la Iglesia de Buenos Aires) ha sido observada con atención por la opinión pública.
La divulgación de su imagen de modestia, (su desdén hacia las comodidades terrenales —prefiere usar el autobús a una limusina con chofer y hasta ahora preparaba sus propias comidas—, pero su activismo en favor de los pobres ha sido igualmente notable a lo largo de su vida. Aunque rechaza la "teología de la liberación"—una ideología social y política radical—, apoya la aplicación de políticas firmes para promover la igualdad), de su humildad y simpleza, (se reivindica simpatizante futbolero) pero fundamentalmente de sus intentos de renovar los aires de la iglesia (y por ende de todo un sector de la humanidad) resultan altamente opuestos a  endogamia presidencial.
Forjado en vida y obra en la Argentina, Francisco, ha dado sobradas muestras en ese país de sus inclinaciones pastorales: una relación extraordinariamente cercana con la comunidad judía porteña, su trabajó con ellos en programas para combatir la pobreza, su  disposición a abordar el rol controversial de la Iglesia durante el Holocausto y la necesidad de abrir los expedientes del Vaticano para descubrir la verdad, el haber escrito un libro junto con un rabino indica que podría estar dispuesto a disipar el misterio que rodea al Vaticano en otras controversias, tal vez incluso las relacionadas con los recientes escándalos de abuso sexual, cuestión que en la práctica ya se encuentra realizando.
Demostró estar comprometido a fortalecer las relaciones con otras religiones y decidido a luchar por la justicia. Asistió a varias ceremonias de Rosh Hashaná, encendió velas de Janucá y presionó al gobierno argentino para que insistiera en una investigación realizada en 1994 sobre el ataque en contra de un centro comunitario judío, el peor ataque terrorista de la historia de Argentina.
Ha recalcado que su obligación con la verdad no consistía en hacer declaraciones, sino en buscar que se hiciera justicia, lo que posiblemente da una pista de lo que está por venir.
Algunas de sus palabras, dirigidas al basto universo católico, han tenido resonancia en otros ámbitos, pero la suspicacia argentina ha creído entender que estaban dirigidas al consumo interno: "no solo el terrorismo, la represión y el asesinato violan los derechos humanos, sino también las estructuras económicas injustas que producen gran desigualdad", es de una vigencia absoluta para la República Argentina.
Su apremiante llamamiento a una reforma económica y ética y a la solidaridad desinteresada, ante una humanidad que vive un momento álgido de su historia, no solo recuerda que el rechazo de Dios lleva a la tiranía financiera, a una corrupción tentacular y una evasión fiscal egoísta, sino que también pone el acento en cuestiones que son pan cotidiano en la Argentina de estos días, pues frente a estas palabras se encuentra nada más y nada menos que el proyecto de “reinserción de capitales” (blanqueo) presentado por el oficialismo en medio de las denuncias de corrupción.
Independientemente de la práctica confesional que cada uno pueda profesar, el releer las palabras pronunciadas por Francisco ante nuevos embajadores el 16 de mayo del 2013, no puede menos que hacer una referencia a la actualidad nacional: «Queridos Embajadores  sería conveniente realizar una reforma financiera que fuera ética y, a su vez que comportara una reforma económica saludable para todos. Sin embargo, esto requeriría un cambio audaz de actitud de los dirigentes políticos. Les exhorto a que afronten este reto, con determinación y visión de futuro, por supuesto, teniendo en cuenta la naturaleza específica de sus contextos. ¡El dinero debe servir y no gobernar! El Papa ama a todos, ricos y pobres; pero el Papa tiene la obligación, en nombre de Cristo, de recordar que los ricos deben ayudar a los pobres, respetarlos, promoverlos. El Papa insta a la solidaridad desinteresada y a un retorno de la ética en favor del hombre en la realidad económica y financiera».
Tal vez sea el momento de comenzar a pensar no solo más allá de octubre del 2013 sino también mucho más allá del 2015, proyectando un futuro sostenible con SOLIDARIDAD DESINTERESADA Y A UN RETORNO A LA ÉTICA EN FAVOR DEL HOMBRE EN LA REALIDAD ECONÓMICA Y FINANCIERA para el siglo venidero.

1983-2013 - Los Presidentes: Fernandez

FERNANDEZ
Aunque difícilmente se la recuerde nunca por su apellido de soltera, el 10 de diciembre de 2011, Cristina Elizabeth Fernández de Kirchner, asume su segundo mandato como Presidente de los argentinos, fortalecida con el 54,11 % de los votos, el mayor porcentaje alcanzado en una elección presidencial desde 1983, siendo también en términos porcentuales el cuarto resultado más amplio de la historia electoral argentina después del de Hipólito Irigoyen en 1928, y los de Juan Domingo Perón en 1951 y 1973, obteniendo además una diferencia del 37,3 % respecto a la segunda lista, la mayor de la historia argentina.
Esta segunda asunción estuvo precedida por un acontecimiento que, marcó la característica de este período: la sorpresiva e inconsulta elección de quien la acompañaría en la fórmula presidencial: Amado Bodou, binomio que recibió el apoyo manifiesto de diversos sectores, entre ellos: el secretario general de la Confederación General del Trabajo (CGT) Hugo Moyano, el secretario general de la UOM (Unión Obrera Metalúrgica) Antonio Caló, el secretario general de la Federación de Tierra y Vivienda (FTV) y Central de Movimientos Populares (CMP) Luis D'Elía, así como también el de varios gobernadores, legisladores, funcionarios, las asociaciones de Madres y Abuelas de Plaza de Mayo (presididas por Hebe de Bonafini y Estela de Carlotto, respectivamente) y Hugo Chávez (presidente de Venezuela).
La contundencia de los resultados electorales y el apoyo acrítico  e incondicional con que arribó a su segundo mandato, le permitieron desde el mismo comienzo acrecentar su personalismo y la unilateralidad decisoria. Percibiendo  los argentinos este periodo como una prolongación de los cuatro años de su primer Gobierno e incluso del periodo estrenado por su fallecido esposo y antecesor, Néstor Kirchner, en 2003
No obstante ello nuevos problemas prontamente sacudieron la figura presidencial, el escándalo por corrupción que salpicó al vicepresidente Boudou, la pésima gestión del accidente de tren que costó la vida a 51 personas en Buenos Aires y las contradicciones de su modelo económico "nacional y popular", la inflación, (del 20% según cálculos privados que el Gobierno se niega a reconocer), el distanciamiento de la poderosa Confederación General del Trabajo (CGT) o la retirada de subsidios, fueron los primeros de ellos.
La promesa de "sintonía fina" en la economía, en la práctica, se  tradujo en ajustes encubiertos en grandilocuentes discursos tras nueve años de crecimiento a tasas del 8% que en 2012 se reducirán al 5%. La fuga de capitales alcanzó los $ 21 mil millones, las importaciones para atender la demanda energética superarán los $9 mil millones y los vencimientos de pago alcanzaron a los $11 mil millones.
Teniendo como principales problemas la inflación, la continua salida de capitales y la falta de inversiones en los primeros cien días de su segundo mandato, la imagen presidencial descendió en las encuestas entre 17 y cuatro puntos, y acusó un desgaste significativo que se trató de frenar con mensajes que apelan a la unidad y el nacionalismo, como la reclamación por la soberanía de las islas Malvinas, su estrategia con la expropiación de YPF, y en los argumentos para justificar las restricciones a las importaciones y la prohibición de ahorrar en moneda extranjera, incrementando su actitud desprestigiadora de los medios de comunicación, y en los últimos tiempos hacia la Justicia en general mediante la denominada “democratización de la justicia”

1983-2013 - Los Presidentes: Kirchner II - CFK

KIRCHNER II – CFK
Cristina Fernández de Kirchner lanzó oficialmente su candidatura presidencial para las elecciones de 2007 el 19 de julio de dicho año. El 28 de octubre se consagró ganadora en primera vuelta con el 45,29% de los votos positivos sucediendo el 10 de diciembre a Néstor Kirchner, quien había desempeñado el cargo hasta esa fecha.
Se trataba de un acontecimiento histórico para el país ya que se convirtió en la primera mujer en acceder al cargo elegida por decisión popular.
Su fuerte carácter, temido por algunos políticos, y un obsesivo cuidado de su imagen son dos de las características que resumen su presencia.
Su propuesta de campaña se basó en la idea de la continuidad dentro del cambio, que se manifestaría a partir de tres “promesas” centrales: la primera de ellas, la reinserción de la Argentina en el contexto internacional, la segunda, la inauguración de un nuevo tiempo político que diera lugar al diálogo y a la mejoría de la calidad institucional de la democracia argentina dejando atrás el ciclo de emergencia permanente inaugurado en la última década, y la tercera, la inauguración de una presidencia que establecería un cambio en relación a la de su antecesor Néstor Kirchner.
Asumió su gobierno con problemas de inflación y una crisis institucional en el Instituto Nacional de Estadística y Censos (INDEC), cuestionado por la verosimilitud de sus índices de costo de vida desde la intervención del organismo, a partir de enero de 2007.
La crisis económica de 2008-2009, iniciada en los Estados Unidos, tuvo su primer efecto en Argentina con el aumento exponencial del precio internacional de los granos que llevó al llamado «conflicto del campo», durante el cual las organizaciones de productores agropecuarios se opusieron a un alza de las retenciones a las exportaciones.
Así la expectativa de cambio pareció diluirse de manera casi inmediata. El miércoles 14 de noviembre de 2007, aún en la etapa de transición, se dio a conocer el gabinete de ministros para el nuevo gobierno. De los 12 integrantes designados, siete ya ocupaban carteras en el gobierno de Néstor Kirchner y 5 asumieron por primera vez un ministerio.
Con relación a la primera promesa, persisten a la fecha situaciones de conflicto heredadas de la “anterior administración”: ejemplo de ello son entre otras la ausencia de una relación clara y transparente con el estado de Venezuela –relación en la cual se entremezclan negocios privados no debidamente aclarados y confusos episodios públicos como el de la valija de Antonini Wilson-, y la deuda pendiente de la normalización de las relaciones de la Argentina con el sistema financiero internacional solo para mencionar algunas situaciones representativas; cabe destacar, respecto de esta última, que la crisis financiera internacional de 2008/2009 poco ha contribuido para ingresar en la etapa definitiva del proceso de normalización.
En relación a la segunda, el prolongado conflicto con las entidades del sector agropecuario marcó buena parte del primer año de gobierno de CFK. Un rasgo característico de todo este proceso ha sido la ausencia desde el gobierno –también desde los sectores agropecuarios- de propuestas de negociación que otorgaran racionalidad al conflicto, predominando la descalificación de la protesta.
La puesta en marcha de una estrategia de “confrontación calibrada” había sido muy característica del gobierno de Néstor Kirchner, llevando la misma a cabo antes contra actores que se percibía en condiciones de poder ser derrotados (el ex presidente Carlos Menem, los jueces de la desprestigiada corte menemista, los militares genocidas del proceso) pasando en el año 2008, gestión de Cristina Fernández, contra la “oligarquía agropecuaria” y luego contra los “monopolios mediáticos” encarnados en particular por el grupo Clarín.
El conflicto de la “125”, es resuelto por el voto “no positivo” del Presidente del Senado, Ing. Julio Cobos que inicia una conflictiva relación con el vicepresidente, entrando la misma en una situación de no retorno que afectó desde el punto de vista institucional.
Parte de ello influyó en la derrota sufrida por la candidatura a diputado del ex presidente Néstor Kirchner en la provincia de Buenos Aires durante las elecciones legislativas del 28 de junio del 2009 que desde el oficialismos se atribuyeron a percepciones instaladas en la sociedad por parte de ciertos grupos mediáticos como Clarín, aun cuando dicho multimedio había acompañado de manera acrítica el rumbo establecido a partir del año 2003, y habiendo sido la propia administración de Néstor Kirchner quien en el año 2005 procedió a prorrogar las licencias de radio y televisión acordadas en la década anterior y pocos días antes de la finalización de su mandato acepto la fusión en el negocio la televisión por cable entre las empresas Multicanal y Cablevisión, permitiéndole de esa manera al Grupo Clarín el control del 60 por ciento del mercado en ese rubro.
En ese marco de confrontación con los medios, principalmente con el grupo Clarín, se inscribe la aprobación de la ley de medios de comunicación audiovisual sobre la base de tres argumentos:
El primero sostiene que la sanción de esta iniciativa está destinada a saldar una deuda de la democracia argentina instaurada en 1983, siendo esta la primera presentada a lo largo de estos 26 años transcurridos en democracia.
El segundo argumento se basa en la necesidad de una auténtica democratización de la propiedad de los medios de comunicación, amenazada por la existencia de organizaciones empresariales con presencia predominante en el mercado audiovisual.
El tercer y último, vinculado con el anterior, permite plantear la necesidad de un auténtica libertad informativa acicateada por la presencia de carteles y grupos mediáticos de carácter concentrado que han transformado la libertad de prensa en libertad de empresa.
Paralelamente a esta ofensiva legislativa, se crean las condiciones políticas necesarias para el surgimiento de nuevos medios de comunicación marcadamente oficialistas y/o la cooptación de otros mediante pautas publicitarias.[1]
Por otra parte, la permanencia en el tiempo de iniciativas como la ley de emergencia económica no permite afirmar que se haya inaugurado una nueva etapa en lo referente a la calidad de las instituciones democráticas. Aunque en principio ha sido escasa la recurrencia a los decretos de necesidad y urgencia como herramienta para la decisión política, la apelación a este recurso fue generando un endurecimiento de la relación entre el oficialismo y la oposición.
A partir de la demorada modificación de la composición de las cámaras del congreso desde el 10 de diciembre de 2009, y con la consecuente pérdida de la mayoría legislativa por parte del oficialismo, se ha ido advirtiendo desde el poder ejecutivo nacional un retorno a la utilización de recursos de excepción en detrimento de la apelación a mecanismos de carácter consensual: en este clima se inscriben entre otras iniciativas el decreto de necesidad y urgencia para la creación del Fondo del Bicentenario, la derogación del mismo y su sustitución por otro para la creación del Fondo de Desendeudamiento y un decreto “simple” para habilitar la transferencia de fondos del Banco Central de la República Argentina para hacer frente a erogaciones a diferentes organismos de carácter multilateral.
Así, el 14 de diciembre de 2009 Cristina Fernández creó el Fondo del Bicentenario, un fondo especial para garantizar el pago de los intereses de la deuda externa, creado mediante decreto de necesidad y urgencia  2010/2009.
En definitiva, este primer gobierno post kirchnerista si bien distanciado desde lo discursivo, en la práctica representó la continuación por otros fines –más que por otros medios- del estilo decisionista de gobierno instaurado durante los años de Carlos Menem, ratificado y profundizado durante las gestiones de Fernando De La Rúa (1999-2001), Alberto Rodríguez Saá (2001) y Eduardo Duhalde (2002-2003) que lo sucedieron y dejó inaugurada una etapa diferenciada de su inmediato antecesor, Néstor Kirchner, dando lugar a un “cristinismo” que se ha ido profundizando a partir de diciembre del 2011.



[1] 1. El Argentino,
2. Tiempo Argentino,
3. Diagonales,
4. Buenos Aires Económico,
5. La Gazeta del Cielo;
6. Radio América,
7. Canal CN23,
8. Semanario Miradas al Sur,
9. Revistas Veintitrés,
10. Veintitrés Internacional,
11. Newsweek Argentina,
12. 7Días,
13. Contraeditorial,
14. Asterisco,
15. Lonely Planet,
16. Agencia Infofax,
17, ElArgentino.com.
18. Página/12

1. Canal 7,
2. Encuentro,
3. Paka Paka (señal a salir al mercado),
4. IncaaTV (señal a salir al mercado)
5. TélamTV (señal a salir al mercado)
6. Telesur,
7. Radios Nacional AM,
8. Radio Nacional FM Folklórica,
9. Radio Nacional FM Clásica,
10. FM Rock,
11. Arsat,
12. Canales 22 a 25 de la TV digital,
13. TV satelital,
14. Agencia Télam,
15. Otros medios de los estados provinciales y municipales.
16. Radio Del Plata,
2. 44 radios FM, que retransmiten su programación de alcance nacional.

Grupo Santa María (que financia el sindicato SUTERH):

1. Radio AM 750.
2. Revista Caras y Caretas.
3. Semanario Diario Z.

Grupo Madres de Plaza de Mayo, con sus medios:

1. Radio AM530-La Voz de las Madres.
2. Canal Infomadres (a salir al mercado)
3. Revista Sueños Compartidos.

Grupo de Raúl Moneta/Matías Garfunkel:

1. Radios Belgrano,
2. Splendid,
3. Libertad,
4. Rock & Pop,
5. FM Blue,
6. FM Metro,
7. FM San Isidro Labrador.
8. Revista El Federal,
9. Bacanal,
10. Jineteando,
11. Dinámica Rural,
12. Semanario Infocampo,
13. Infocampo TV.

1. "6-7-8", en Canal 7,
2. TVR,
3. Duro de Domar.

1. Diario El Periódico Austral,
2. Canales 2, 5 y 10, de Río Gallegos;
3. Canal 5, de El Calafate.
4. Revistas Actitud y KA.
5. Radios FM Estación del Carmen y
6. FM El Calafate.
7. Sky Productions.
8. Cielo Producciones.
9. Diarios Crónica,
10. El Atlántico -de Mar del Plata-.

Grupo González González:

1. Canal 9 de Buenos Aires,
2. Canal 43 de la TV Digital,
3. FM Aspen.

1. Diarios La Unión, de Lomas de Zamora;
2. La Mañana, de Córdoba.
3 Radios LV2 y FM 99.7, de Córdoba
Revista Debate, fundada por Héctor Timerman, a cargo de Marcelo Capurro.