martes, 21 de mayo de 2013

1983-2013 - Los Presidentes: Duhalde

DUHALDE
Designado por el Congreso para completar el mandato del Dr. De la Rua, la situación social lo obligó rápidamente a anticipar el llamado a elecciones y la entrega del poder. A partir de ese momento se puede decir que el presidente tuvo tres preocupaciones principales: concluir su mandato en un contexto social y económico más normal, impedir al ex presidente Menem su regreso al poder y mantener su control sobre el Peronismo de la Provincia de Buenos Aires.
Durante el mes de Enero del año 2002 se anunciaron una serie de medidas que terminaron formalmente con el programa de convertibilidad que regía desde 1991, la que en la práctica había dejado de existir a principios de Diciembre de 2001 bajo el gobierno del ex presidente Fernando De La Rua, desde el  momento en que se impusieron restricciones a las transacciones financieras y en moneda extranjera. Sin embargo la salida implementada por el nuevo gobierno fue caótica y agregó distorsiones y confusión. En ese momento la mayoría de los pronósticos predecían para el año una alta inflación, una importante alza del dólar y la posibilidad de terminar en una dolarización de facto.
El plan económico implementado inicialmente por el Ministro Remes Lenicov y luego por el Ministro Lavagna estuvo basado en devaluar la moneda, para obtener competitividad, retomar el crecimiento y bajar el desempleo. Las medidas complementarias se orientaron a la pesificación de la economía, continuar con el congelamiento de los depósitos, flotar el tipo de cambio e implementar políticas fiscales y monetarias austeras.
Los primeros meses de 2002 fueron de caos tanto económico como político, como consecuencia de los ajustes implementados, En el primer trimestre el año el PBI cayó 16,3 % en relación a 2001, sin embargo, a partir de Mayo de 2002 las variables comenzaron a nivelarse y a tomar cuerpo la sensación que la recesión estaba tocando fondo.
A partir del 2do trimestre el PBI comenzó a crecer levemente en relación con los trimestres, el empleo también comenzó primero a estabilizarse y luego a crecer levemente; si bien la devaluación de tipo de cambio fue significativa, 240 % al cierre del año, (pero a mitad de año se acercó al 300 %) el “pass through” a precios fue contrariamente a lo esperado muy bajo; el índice de precios minoristas terminó el año con un incremento del 41 % y el mayorista del 118 %. Los principales factores que contribuyeron a este comportamiento fueron la restricción impuesta por la recesión y el desempleo y un manejo del gasto público prudente que limitó la emisión monetaria; también debe tenerse en cuenta que las tarifas de los servicios públicos se han mantenido congeladas, que los servicios sólo aumentaron 10 % en el año y que estos representan el 47 % en el índice del costo de vida.
El superávit comercial del año 2002 ha sido muy importante; las exportaciones fueron de 25.400 millones de dólares y las importaciones 8.960 millones. Este superávit y una menor fuga de capitales permitieron que el Banco Central comprara dólares y aumentara sus reservas que a fin de año fueron de aproximadamente 10,500 millones de dólares. Durante el año el gobierno ha pagado más de 4.300 millones de dólares a los organismos multilaterales de crédito.
Durante los últimos meses del año 2002 los ingresos fiscales aumentaron más de lo previsto; no por una mejora en el nivel de la actividad económica sino por el efecto de la inflación sobre el IVA, las retenciones impuestas a las exportaciones, la no-compensación del impuesto al cheque en otros impuestos, etc. Por el lado de los gastos, los salarios se mantuvieron en términos nominales, continuó la reducción del 13 % dispuesta por el gobierno del presidente De la Rúa, las transferencias a provincias disminuyeron y el principal aumento está vinculado con la implementación de los planes de ayuda social. En resumen, el año 2002 terminó con un superávit fiscal primario de aproximadamente 1 % del PBI.
Durante los primeros meses del año 2003 la economía mantuvo las tendencias que se señalaron, lo que se vio facilitado porque en el mes de Enero se negoció un acuerdo transitorio, hasta Agosto de 2003, que implicaba la renovación de vencimientos por aproximadamente 6.800 millones de dólares.
Sin embargo, a pesar de las mejoras señaladas la situación a enfrentar era muy complicada. Los problemas importantes no habían sido resueltos: no existía el crédito, el superávit fiscal se basaba principalmente en impuestos distorsivos como el impuesto a las transacciones financieras o las retenciones, los servicios que presta el Estado no solo son mínimos sino ineficientes, la legislación laboral no incentiva ni el aumento del empleo ni el empleo en blanco, la estabilidad del dólar estaba basada en importaciones deprimidas y l no pago de la deuda, etc. etc.
En este contexto y a fin de evitar mayor deterioro Duhalde convoca a elecciones presidenciales, logrando que no se realizaran las internas dentro del partido Peronista, el que fue a las elecciones dividido y aunque Menem sacó más votos que Kirchner (favorito de Duhalde por decantación) en la primera vuelta realizada en Abril de 2003, el ex presidente decidió no presentarse al “ballotage” dado que las encuestas daban un alto rechazo de los votantes a su candidatura. Por lo tanto el 25 de Mayo asumió en el gobierno la fórmula Kirchner – Scioli, gracias a los votos del Peronismo de la Provincia de Buenos Aires.

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